Seamos honestos
La vida real de los papás y las mamás no es como los anuncios de productos para bebés. No todo es felicidad bien organizada en casa. No somos sabios, serenos y no lo tenemos todo resuelto. Bueno, a veces podríamos pensar que finalmente lo entendimos todo, y luego nuestros peques vienen y nos cambian la jugada. La realidad es que la vida real es hermosa, súper graciosa, dura y desordenada.
Realmente, un relajo.